El empleo en España: lejos aún de la economía del conocimiento
-
1El grueso del tejido económico de España se sustenta en empleos de escaso valor añadido y escasa inversión en innovación, de pocos requerimientos profesionales y de baja calidad en cuanto a la ocupación.
-
2La tasa de riesgo de pobreza entre las personas con empleo en España ha pasado del 11,7% en 2013 al 14,1% en 2016.
-
3En España el empleo está muy sobredimensionado en hostelería, cuyo peso supera en más del doble al de Alemania, Francia o Italia.

Tras cuatro años de recuperación del empleo, desde finales de 2013, puede decirse que la economía española padece serias dificultades para generar: 1) empleo suficiente, 2) empleo profesional cualificado, y 3) empleo de calidad en cuanto a condiciones de trabajo. De lo primero dan cuenta las cifras de paro: de 3,8 millones a finales de 2017, la mitad en paro de larga duración (de más de un año) y más de un tercio de muy larga duración (más de dos años). A estas personas que están en paro aún cabría añadir las que desisten de buscar un empleo por considerar que no lo encontrarán, quienes han emigrado y quienes se hallan subempleadas o con empleos ocasionales y de horarios reducidos.
Si se compara la distribución sectorial del empleo en España con la de los países del entorno (Alemania, Francia o Italia y el conjunto de la Eurozona) resaltan algunas diferencias significativas (tabla 1). De entrada, se constata que en España el empleo está muy sobredimensionado en hostelería, cuyo peso supera en más del doble al de Alemania, Francia o Italia (estos dos últimos países precisamente se caracterizan por el turismo). Que la ocupación en dicha actividad haya aumentado en España en un 26% en los últimos 4 años obliga a interrogarse sobre un posible exceso de especialización; una actividad que, por lo demás, se define por su gran estacionalidad. Por el contrario, España está lejos de alcanzar los niveles de Alemania o de la Eurozona en industria; de Francia o Italia en administración pública; y de Alemania, Francia o Italia en actividades sanitarias y servicios sociales. En definitiva, se constata el escaso desarrollo de las políticas de bienestar en nuestro país.