En España tenemos un alto índice de abandono escolar en edades muy tempranas. ¿Cree que las artes pueden funcionar como una vía para reconducir a estas personas hacia el mercado de trabajo?
Este es un tema muy relevante que también hemos investigado en profundidad. En 2017 elaboramos un informe (The Arts and Dropout Prevention: The Power to Engage) sobre la importancia de comprometerse en la participación artística como canal de éxito para integrarse en la sociedad. Y llegamos a la conclusión de que este compromiso con el arte no solo contribuye al crecimiento infantil, a la mejora de la situación socioeconómica de las personas o a la salud y el bienestar individual, sino que también es una vía eficaz para facilitar el acceso al mercado laboral.
En estos informes, las empresas y los empleadores a menudo nos dicen que las habilidades que buscan en los recién graduados son precisamente las que proporciona la educación artística: creatividad, pensamiento crítico, habilidades de comunicación, pensamiento transversal. Todas estas competencias se adquieren con el estudio y la práctica de las disciplinas artísticas.
Es por esto por lo que creo que se ha de introducir la participación en las artes como una parte fundamental del sistema educativo. Esto supondría pasar del modelo STEM –una metodología de aprendizaje ya implantada en muchos sistemas educativos (entre ellos, Estados Unidos, Reino Unido o Finlandia), que representa las iniciales de: ciencia (Science), tecnología (Technology), ingeniería (Engineering) y matemáticas (Math)– al modelo STEAM. El hecho de añadir esta A, en referencia a las artes, significa que las habilidades artísticas y creativas pueden contribuir a mejorar el aprendizaje de estas disciplinas científicas.
¿Y qué tipo de habilidades artísticas son aplicables al estudio de las ciencias?
Es importante incidir en que no se trata de añadir las artes como un área de conocimiento complementaria, sino de integrarlas en este modelo educativo para fomentar, por ejemplo, la creatividad, la innovación o el diseño.
Hay evidencias de que esta colaboración entre disciplinas funciona y resulta útil para formar a las personas que aspiran a entrar en el mercado de trabajo. Este mismo año hemos colaborado en un estudio liderado por la Academia Nacional de la Ciencia: Branches from the same tree (Ramas del mismo árbol), en el que se explica cómo las artes pueden mejorar los resultados de aprendizaje en la educación superior, así como el éxito laboral.
Y esto funciona en ambos sentidos: a través de la integración del arte en el estudio práctico de las ciencias, pero también mediante la integración de la ciencia, la tecnología y la ingeniería en las artes.
La misión de la NEA es promover actividades artísticas para facilitar el progreso individual, social y económico del país. ¿Cómo se integra esta visión en la concepción del «arte por el arte», esa idea del artista bohemio y contestatario?
Nuestro compromiso es prestar atención a toda la cadena de valor de las artes, fortaleciendo la capacidad creativa de nuestras comunidades en cada uno de los puntos de vista: desde los que entienden el arte como un valor en sí mismo –los que se dedican al arte simplemente «por amor al arte»– hasta los que le atribuyen un valor económico, pasando, por supuesto, por la concepción del arte como un canal para educar a la sociedad.
Así que forma parte de nuestros objetivos lograr una verdadera integración entre cómo se produce el arte, sea cual sea su dimensión, y la manera en que se comunica la importancia el arte.
La labor principal de la Oficina de Investigación y Análisis dentro de la NEA es investigar los beneficios sociales de las artes. Hay que tener en cuenta que dependemos de la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio de Estados Unidos. Por tanto, tenemos que rendir cuentas en aspectos muy concretos, como medir el valor añadido que aporta el arte al producto interior bruto del país.