Snabbspåret comenzó en 2015 y hoy engloba 14 programas: cocineros, industria de la alimentación, industria de la energía, sector inmobiliario, sanidad, pintores, operarios del sector de la construcción, transportistas, maestros, científicos sociales —sociólogos, economistas o abogados—, trabajadores sociales, enfermeros, veterinarios e industria de la madera.
Es gestionado por el Servicio Público de Empleo, que se encarga de la coordinación con la patronal, los sindicatos y los centros de enseñanza. Cada «vía rápida» se elabora atendiendo a las demandas del sector productivo correspondiente y a las necesidades de las personas inmigradas. Algunos elementos presentes en estas iniciativas son:
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Enseñanza del idioma desde el mismo ingreso en un centro de asilo.
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Evaluación temprana de la experiencia, habilidades y motivación de las personas recién llegadas.
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Facilidades para validar estudios.
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Rápida orientación hacia el perfil laboral que se juzgue más adecuado.
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Enseñanza de la terminología propia de cada área profesional.
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Formación profesional complementaria según las necesidades (que en algunos casos se imparte en la lengua materna de los beneficiarios).
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Apoyo lingüístico, supervisión y tutoría en el puesto laboral.
La participación en el programa es compatible con el cobro de ciertas prestaciones sociales, así como de ayudas específicas para el transporte y el alojamiento.